"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

sábado, 27 de febrero de 2016

Diario de los sueños

Esta semana he tenido la oportunidad de asistir a un taller de escritura creativa y confieso que ha sido uno de mis mejores momentos. He disfrutado muchísimo de los consejos que recogí, claro que, después de escucharlos hay que ponerlos en práctica.

El taller empezó de una forma inusual porque allí nos dieron dos noticias: una buena y una mala. Por aquello de empezar con lo positivo os diré que la buena noticia es que todos podemos escribir. Es maravilloso saber que todos nacemos con las herramientas necesarias y que solo hay que querer desarrollarlas y como siempre practicar, practicar y practicar, esta es la única receta. ¿Tenéis curiosidad por saber cuál es la mala? Confieso que lo estaba pensando mientras ella decía la buena y que nunca jamás la hubiera imaginado. La mala es que todos podemos escribir. Si,  es exactamente la misma, pero desde dos perspectivas diferentes. La lectura de esto es "hay que diferenciarse", es necesario hacer uso de nuestra creatividad, hacerla surgir y resonar de alguna manera en el resto de la comunidad.

Una de las herramientas más flexibles y modelables con la que contamos para diferenciarnos son las palabras. Si nuestro vocabulario es amplio tenemos más posibilidades de representar nuestra realidad, es necesario ampliar nuestro vocabulario cada día, hay que fomentar nuestra curiosidad, pero, otra buena noticia es que tenemos mucha ayuda, los diccionarios están a nuestra alcance y hay de muchos tipos,  diccionarios especializados, de sinónimos y antónimos... Escribir es como cocinar, si tienes buena materia prima, le pones atención y experimentas, el resultado final será inigualable. La curiosidad es nuestra aliada para todas las cosas que exijan creatividad. Todos tenemos cualidades creativas sólo que unos se atreven a mostrarlas y otros no.

La escritura creativa es una invitación a mirar el mundo desde perspectivas diferentes, sin tener una idea prefijada, con una mente abierta, flexible y en la que el lenguaje visual sea tu guía para nuevas experiencias. En el taller nos dieron algunas ideas para que nos sirvieran de "Disparador creativo", ejercicios para desbloquear la mente y dejar surgir las ideas que están en el subconsciente. Ya os lo he contado en otros post, los investigadores han constatado que el subconsciente habla y nos cuenta cosas sobre nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Escribir es una medicina, como sabéis, se ha utilizado durante mucho tiempo para liberar el subconsciente, como terapia para las personas que no podían encontrarse consigo mismas, sentían estrés  o preocupación constante. He leído en ocasiones que los grandes escritores son aquellos que escriben sobre si mismos sin que nadie lo note. Si reflexionas sobre ello observarás que no es tan descabellado.

En el próximo post os contaré alguno de los ejercicios que hicimos y que a mí me han resultado muy útiles para evitar el síndrome de la página en blanco o para crear relatos entrañables partiendo de una idea singular. Una de las ideas que pienso poner en práctica mañana mismo es crear un "Diario de los sueños", este ejercicio consiste en poner en la mesilla de noche una pequeña libreta y un lápiz y nada más levantarte, dedicar 5 minutos para escribir o dibujar lo que has soñado durante esa noche. Mucha gente en el taller dijo que normalmente no se acordaba de lo que soñaba y nos dijeron que esto ocurre porque no prestamos atención, pasa igual como cuando oyes la radio pero no escuchas nada, solo es un ruido de fondo que te acompaña o, si lo vemos desde otra perspectiva, es como cuando estás enfocado en una cosa, todo lo que ves y escuchas está relacionado con tus pensamientos y es porque la mente está entrenada, es tanta la información que pasa por nuestras vidas que, para ahorrar energía prestamos información solo a aquella que realmente nos interesa. En mi opinión el diario de los sueños es una herramienta magnífica para conocernos y perder la inseguridad, o el miedo, que normalmente sentimos al mostrar nuestros sentimientos. Se trata de un diario personal y privado, pero muy útil para saber cuáles son nuestros pensamientos más recurrentes.

No quiero extenderme mucho, así que, la semana que viene os contaré los ejercicios que nos enseñaron e intentaré leer un libro que nos recomendaron: La cocina de la escritura, de Daniel Casany.

Espero que este post os haya sido de utilidad y que en próximos post podamos compartir nuestras impresiones y entre todos hacer nuevos descubrimientos de la cotidianidad observándolo con unos ojos entrenados para ser curiosos. ¿Te atreves? Hasta la próxima semana.

Si te interesa este tema puedes leer el siguiente post sobre comunicación y elegancia
http://saraialba.blogspot.com.es/2015/06/comunicacion-elegante.html






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